Para variar un poco de tanta purrela, hoy toca una serie de
las llamadas serias, esto es, de calité, bastante sesuda y con muchas lecturas,
agarraos los machos y mirad a cámara, hoy hablamos de la versión yanqui de una
serie escandinava que en su momento despertó pasiones entre los gafapastas.
La aduana, la última
frontera
Allá por Laponia se llamaba Bron/Broen, y nos narraba que
pasaría si apareciese en la frontera en aquel maravilloso puente que se
cascaron en el mar del norte que une los dos países, un cadáver, mitad para ti,
mitad para mi, teniendo que formar un grupo investigador con dos polis de cada
uno de los países, que en contra de lo que la gente pudiera pensar por aquí, no
tienen mucho en común (Dinamarca y Suecia) salvo las rubias tet… ejem
Poli gringa y poli
panchito
Así a los primos amerricanos les entró pelusilla y pensaron
que para fronteras chungas ellos con la de Méjico andan en primera línea, y no
se equivocaron, porque partiendo del mismo punto de arranque se cascaron una
pedazo de serie de cagarse la perrina, con unos actores muy, muy buenos
(destacando unos secundarios de los llamados “robaescenas”), y sobre todo con
una trama ¿secundaria? con el “problemilla” de las mujeres de Juárez,
desgranando episodio a episodio la violenta realidad que se vive en Méjico, la
imparable y totalmente institucionalizada corrupción policial, los narcos del
lugar y sus trapicheos (con escenas realmente tronchantes por el humor negro
que esconden), el drama de los inmigrantes ilegales y su paso por la frontera,
y en suma la historia de un lugar separado de otro “mas civilizado” por una
valla.
El asunto de las
mujeres de Juarez hace que te sangren heridas que no tenías
Los protas como decía lo hacen muy bien, quizás el mejicano
se estereotipa demasiado y la chica prota que hace como que es autista y tiene
la chaveta un poco pa allá sobreactua, pero bueno, hay está. Eso sí, el papel
del narco Fausto Galván con sus bigotazos, su gorra de beisbol y sus cigarros
está que se sale de la tabla, como digo, hay secundarios que valen una serie.
Ese es mi narco !!!
uno de los aciertos de la serie
Otro tema que llama la atención es la fotografía sucia, pero
sucia, sucia, que utilizan, un sol que quema y casi hace daño a los ojos,
paisajes polvorientos, ciudades antipáticas, vestimentas grises, en suma una
ambientación que te ayuda a que entres en el mundillo de la frontera a fecha de
hoy.
Mejico (y mi ex-barrio) son asín
La primera temporada lo bordaron la verdad e hicieron una
segunda (y creo que hasta los franchutes y los british hicieron la suya propia
con el eurotunel) pero por desgracia hasta allí llegó la serie, y es que en la
segunda se les fue un poco la mano y la oscuridad, sangre y violencia (tanto
explícita como implícita) estaban más presentes aún, ahondando en el tema de la
narco cultura y la corruptela panchita, así que les costó el negocia y la serie
se ha cancelado.
De nuevo una
iluminación acertada te cuenta más de lo que dicen los actores
En resumen, muy buena serie, muy buenos actores, muy buenas
historias, pero estómagos y corazones sensibleros: mejor os veis los casos de
laura y vais a un mitin del ppsoe donde todo es alegría y felicidad y la
corrupción no existe.
Por cierto, viendo la serie piensas que esto de la frontera
nosotros lo tenemos muy cerca, y en vez de hacer tanta bola con la guerra civil
se podía hacer un buen trabajo con el asunto moruno, porque que yo recuerde
recientemente se hizo la peli El niño que bueno, no estaba mal, y también está la mierder de El príncipe, que toca
el tema pero cogiéndosela con papel de fumar, no sea que me moje los dedos de
pis.
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