lunes, 15 de junio de 2015

HOMELAND, espías como nosotros

Hoy por fin venzo mis miedos y voy a hablaros de una serie de los llamados dramas serios, de canal de pago, de esas que exigen un análisis muy sesudo y no los chascarrillos que os suelto cada semana.
Peter Quiiiiiiiiiiin!!!!!!! Bueno este es inglés pero lo hace muy bien



 (Miro a cámara) Todo empezó como una copia de otra serie semita que tomaba como punto de partida un soldado que es rescatado después años de cautiverio de los malos malotes (los morunos) y cuando vuelve al redil surge la gran duda: realmente ha escapado o le han dejado escapar para hacernos tras tras por detrás después de lavarle el coco y meterle el coran como libro de cabecera? Ein? No sabes? Ein?Ein?
El actor principal me enamoró en hermanos de sangre y hasta hoy


Así el primer año la susodicha serie (la americana) triunfó muy notablemente, sujetándose en un actor principal muy, muy bueno y unos secundarios-principales que no le iban a la zaga, contándonos una de espías en toda regla en suelo americano, siguiendo la mejor tradición del cine negro, aderezado con situaciones familiares y personales muy jodidas, que nos llevó a un final de temporada con una espiral de acontecimientos a-co-jo-nan-te.
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Vaya pareja de viejunos con caretos buenos, buenos (soy Ortiz de zarate y te voy a matar…)

La dieron muchos premios y tal, pero entonces llegó el segundo año y luego el tercero. Y aunque al principio los nuevos actores iban bien y la acción no paraba, se empezó a notar que estiraban demasiado el chicle, y a pesar de que la co-protagonista está como una puta cabra (literalmente, trastorno bipolar) y eso siempre da mucho juego, la serie se resentía y no dejabas de pensar: a ver si les matan a todos de una jodida vez.
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Estamos para afeitar bombillas

Ahora ya han acabado el cuarto año, y están preparando el quinto, y la serie ha remontado un poco el vuelo, por fin ha vuelto a ser lo que fue en sus inicios (primer y segundo año), una serie de espías con acción y sobre todo manipulación, engaños, secuestros, asesinatos políticos, chantajes, etc, que para mi humilde gusto tiene alguno muy, muy bueno, y es que logra desmitificar (y mucho!!!) a los servicios de inteligencia, sobre todo a la CIA, enseñándonos que lejos de los James Bond y Bournes de turno, éstos están formados por personas, con sus errores y aciertos, y que las batallas no se ganan a puñetazos, sino con suma inteligencia, algo de los que los primos yanquis no andan precisamente sobrados, gracias a lo que se explican las grandes cagadas que cometen los guardianes del mundo libre (tanto en la ficción como en la realidad).
Jomlan: los edificios de la CIA son por dentro como cualquier parque tecnologico

En resumen, serie MUY BUENA, aunque tuvo momentos MUY FLOJOS, merece la pena seguirla. Por supuesto está hecha de puta madre con muchos medios, pero sobre todo emana un tufo de realismo que es muy de agradecer, y nos enseña mucha mierda que tiene el imperio bajo la alfombra y algo que rara vez se ve en la tele, que nadie es inefable (toma palabro!!!).
Para rodar los exteriores a juzgar por los extras que salen se vinieron a mi barrio a grabar

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